¿Qué come un vegetariano celíaco? (Papas al romero con verduras y un aderezo especial).


Cuando me hice vegetariana (hace más de una década) el prejuicio más grande era "Y ahora, ¿qué vas a comer?". En una familia bien de campo, no comer carne, ni pollo, ni lechón, ni cordero, ni cerdo, ni nada que haya tenido cara, era algo hasta ese momento incomprensible. Antes había mucho prejuicio, y aún lo hay, sobre que los vegetarianos no comemos sabroso, o que nuestra comida no tiene gusto a nada. 

Pues bien, hoy les traigo una muestra de algo sano, liviano, variado y lleno de sabor que comí este mediodía. Para revivir el blog un poco, y para eliminar mínimamente la falsa fantasía del vegetariano insulso, les presento a mis papas al romero con espinaca salteada y ensalada colorida

Para armar este plato van a necesitar: 
  • 1 kg de papas blancas (bien redonditas)
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • Romero fresco (Cantidad necesaria)
  • Orégano fresco (Cantidad necesaria)
  • Media cucharadita de ají molido 
  • Una cucharadita de provenzal (Ajo y Perejil)
  • 2 atados de espinacas
  • 1 cucharada de queso rallado 
  • Nuez moscada (Cantidad necesaria) - A mí me gusta rallarla, bien fresca.
  • Una cucharadita de mostaza
  • Media cucharadita de miel 
  • Aceite de girasol (Cantidad necesaria) 
  • Jugo de limón (Cantidad necesaria)
La ensalada la pueden hacer con las verduras que ustedes gusten. Yo usé zanahoria, repollo blanco y morado, lechuga y brotes de soja. 


Para empezar, lavamos muy muy bien las papas, y las cortamos en rodajitas finas (a mí me gustan con cáscara, pero también las pueden pelar). Las enjuagamos para sacar los restos de almidón y que queden más sequitas, y luego las colocamos en un bowl. Después agregamos el aceite de oliva, el romero, el orégano, el ají molido, y el provenzal. Usé orégano y romero frescos, de mi huerta, pero pueden elegir la versión deshidratada sin problemas. Tengan en cuenta que la variante fresca SIEMPRE tiene sabor y aroma más intenso. 

Revolvemos para asegurarnos que cada papa quede bien cubierta de aceite y condimento, y las colocamos en una placa para horno, más o menos 30 minutos, revisando y dando vuelta una vez que están doraditas. 

Mientras se hacen las papas, lavamos bien las espinacas y les quitamos las pencas. Una vez limpias, las ponemos en una olla, donde tengan espacio para cocinarse cómodas, con una cucharadita chiquita de aceite de girasol. Recuerden que las espinacas SE ACHICAN una vez cocidas. Calculo un atadito por plato. Revolvemos, y escurrimos cada tanto para ir quitando el exceso de agua que van despidiendo en la cocción. Una vez cocidas, condimentamos con sal, pimienta, y nuez moscada.

Por otro lado, lavamos y cortamos la verdura para la ensalada. Esto es a gusto de cada uno. El truco aquí es el aderezo agridulce. En un bowl chiquito o compotera, vamos a colocar algo de aceite de girasol. La cantidad va a depender de qué tan grande sea su ensalada, y qué tan aderezada les guste. Sobre el aceite exprimimos un poco de jugo de limón. Usé limón fresco, pero el jugo envasado también anda bien. Luego agregamos una cucharada de mostaza. En esta ocasión, usé la mostaza marca Arytza sabor Finas Hierbas. Es Sin TACC, riquísima, y la pueden encontrar en casas de artículos regionales o dietéticas. En sí cualquier tipo de mostaza que a ustedes les guste funciona bien para el aderezo. Como toque final, media cucharadita de miel, si es líquida, mejor, así se integra más fácilmente. Emulsionamos todo batiendo con un tenedor hasta que nuestro aderezo tenga textura homogénea. Y listo, arriba de las verduritas. 

Cuando estuvieron listas las papas, emplaté todo y le rocié un poco de queso rallado por encima a las espinacas. Y listo! Fácil, rico, variado, y colorido. Pero lo más importante: ¡lleno de sabor! 




Comentarios

Entradas populares