Nuestro primer limonero... y las ventajas de tener un árbol frutal en casa
"¡Gloria de los huertos, árbol limonero,
que enciendes los frutos de pálido oro
y alumbras del negro cipresal austero
las quietas plegarias erguidas en coro!"
Antonio Machado
Estamos transitando el mes de Enero y es un momento ideal para hacer cambios en la casa y en nuestro patio. En mi caso puntual, estoy viviendo en la antigua casa de mi abuela, y hay muchas cosas para hacer. Mi abuela era una típica mujer gallega. Trabajadora incansable. Siempre estaba haciendo cosas en la casa y para la casa: cosía sábanas, tejía frazadas, cocinaba un montón (mermeladas de todo tipo, tortilla española, panzottis de ricotta)... y también tenía una huerta enorme. Cuando pienso en ella la primera imagen que me viene a la cabeza es verla agachada en la quinta, entre los zapallos, con un pañuelo atado en la cabeza. A veces, cuando salgo al patio a tender la ropa, me parece que la voy a ver en el fondo haciendo el jardín.
El tema de la huerta merece una mención especial, porque plantaba todo tipo de cosas y se encargaba mucho de abonar y mantener el suelo fértil. Es por eso que, cuando por cuestiones de salud tuvo que mudarse con nosotros, el jardín quedó abandonado y poco a poco lo fue cubriendo la maleza. Cuando mi novio y yo nos mudamos a la casa, después de 10 años, y con el afán de volver a ponerla habitable, el fondo parecía el castillo de la bella durmiente (completamente tapado por pasto y enredaderas). Poner el fondo "a punto" llevó (y lleva) mucho trabajo, pero como la tierra se mantuvo bien, estamos incursionando en la jardinería y empezando a plantar cosas lindas.
Uno de mis grandes anhelos para el futuro, cuando tuviera una casa, siempre fue tener un limonero. Me parece un árbol noble, lindo, y cuando pienso en uno enseguida lo relaciono con la calidez del hogar. Hay algo muy especial sobre tener tu propio arbolito y tus propias frutas. En mi caso, uso el limón para todo: se lo pongo al té, lo rallo en las preparaciones de repostería para darle a las tortas un aroma especial, lo mezclo con azúcar para hacer mascarillas exfoliantes, y lo tomo todos los días con agua durante las comidas. El limón es una fruta a la que se le atribuyen propiedades curativas y desintoxicantes desde hace cientos de años, y siempre está bueno incluírlo en nuestras comidas o bebidas. Es sano, refrescante, y si tenemos nuestras propias provisiones, ¡cuánto mejor!
El tema de la huerta merece una mención especial, porque plantaba todo tipo de cosas y se encargaba mucho de abonar y mantener el suelo fértil. Es por eso que, cuando por cuestiones de salud tuvo que mudarse con nosotros, el jardín quedó abandonado y poco a poco lo fue cubriendo la maleza. Cuando mi novio y yo nos mudamos a la casa, después de 10 años, y con el afán de volver a ponerla habitable, el fondo parecía el castillo de la bella durmiente (completamente tapado por pasto y enredaderas). Poner el fondo "a punto" llevó (y lleva) mucho trabajo, pero como la tierra se mantuvo bien, estamos incursionando en la jardinería y empezando a plantar cosas lindas.
Uno de mis grandes anhelos para el futuro, cuando tuviera una casa, siempre fue tener un limonero. Me parece un árbol noble, lindo, y cuando pienso en uno enseguida lo relaciono con la calidez del hogar. Hay algo muy especial sobre tener tu propio arbolito y tus propias frutas. En mi caso, uso el limón para todo: se lo pongo al té, lo rallo en las preparaciones de repostería para darle a las tortas un aroma especial, lo mezclo con azúcar para hacer mascarillas exfoliantes, y lo tomo todos los días con agua durante las comidas. El limón es una fruta a la que se le atribuyen propiedades curativas y desintoxicantes desde hace cientos de años, y siempre está bueno incluírlo en nuestras comidas o bebidas. Es sano, refrescante, y si tenemos nuestras propias provisiones, ¡cuánto mejor!
Nuestro primer limonero |
Hoy mis suegros nos regalaron un limonero. ¡Qué felicidad! Al mediodía mi novio lo fue a buscar y lo plantó. ¡Tenemos tanta suerte que ya hasta tiene un limón! Sin embargo, hay muchas cosas a tener en cuenta a la hora de plantar uno. Me estuve informando un poco y les comparto lo que encontré.
1. Pleno sol
Esto es vital. Cuando nos pusimos a pensar en dónde lo íbamos a plantar, se nos ocurrieron muchos lugares, pero al fin y al cabo, el factor más importante a considerar es: ¿le va a dar el sol a toda hora?
Al final elegimos un sector en el patio que es ideal, y donde tiene suficiente espacio para crecer en cualquier dirección. A los limoneros les gusta el clima cálido así que atenti con los cuidados si viven en una zona fresca. Siempre es buena idea taparlos en invierno, cuando hay heladas, para que la planta mantenga la humedad.
2. Necesita tierra que drene bien, y algunos nutrientes.
En nuestro caso, la tierra de casa es bien negra, llena de lombrices y súper aireada, así que no tenemos drama. Una buena idea es mantener la base del árbol libre de pasto o yuyos, para que no absorban parte del agua que le damos a la planta cuando la regamos. Mi mamá también me aconsejó enterrar junto al limonero algunos clavos oxidados, para darle más hierro a la planta y que crezca fuerte. Algunos eligen ponerle 1/4 vasito tamaño yogurt de NitroFosCa para cítricos (lo pueden conseguir en cualquier vivero o consultarle a su jardinero amigo).
3. Agua
Los limoneros necesitan abundante agua durante todo el año. En invierno se puede espaciar un poco, pero en verano lo mejor es regarlos todos los días.
Al final elegimos un sector en el patio que es ideal, y donde tiene suficiente espacio para crecer en cualquier dirección. A los limoneros les gusta el clima cálido así que atenti con los cuidados si viven en una zona fresca. Siempre es buena idea taparlos en invierno, cuando hay heladas, para que la planta mantenga la humedad.
2. Necesita tierra que drene bien, y algunos nutrientes.
En nuestro caso, la tierra de casa es bien negra, llena de lombrices y súper aireada, así que no tenemos drama. Una buena idea es mantener la base del árbol libre de pasto o yuyos, para que no absorban parte del agua que le damos a la planta cuando la regamos. Mi mamá también me aconsejó enterrar junto al limonero algunos clavos oxidados, para darle más hierro a la planta y que crezca fuerte. Algunos eligen ponerle 1/4 vasito tamaño yogurt de NitroFosCa para cítricos (lo pueden conseguir en cualquier vivero o consultarle a su jardinero amigo).
3. Agua
Los limoneros necesitan abundante agua durante todo el año. En invierno se puede espaciar un poco, pero en verano lo mejor es regarlos todos los días.
Si bien nuestro limonero ya tiene un limoncito pequeño, a lo mejor se cae debido al estrés que sufre el árbol cuando lo pasamos de la maceta a la tierra. A veces un limonero puede tardar un tiempo en dar limones de un tamaño considerable. Es por eso que hay que ultimar los cuidados y darle amor a nuestra planta para que vaya dando frutos a su tiempo. ¡Es un ser vivo como cualquier otro y tiene su propio ciclo de desarrollo!
Veremos qué pasa. Más adelante, si todo sale bien, incursionaré en el Lemon Pie sin TACC.
¿Y ustedes? ¿Para qué usan el limón en su vida diaria? Y si tienen su propio árbol frutal en casa, ¿qué tal les resulta la experiencia?
Hasta la semana que viene!
¿Y ustedes? ¿Para qué usan el limón en su vida diaria? Y si tienen su propio árbol frutal en casa, ¿qué tal les resulta la experiencia?
Hasta la semana que viene!
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